Pese a su connotación negativa, como explica nuestra compañera María Xesús Froxán, miembro del Equipo ITEMA, “Un castigo es un procedimiento dentro del condicionamiento operante encaminado a reducir, hasta eliminar, una determinada conducta”. En su charla con Olga Ayuso para “Las Perras de Pavlov”, se desgranan las características que debe tener la emisión del castigo para que sea más eficaz y se desmontan algunos mitos.
¡¡No te pierdas este programa porque realmente merece la pena!!
PODCAST-Las perras de Pavlov: EL CASTIGO – María Xesús Froxán
El Castigo
Como explica María Xesús, la palabra castigo, como muchos otros términos que se utilizan de forma cotidiana, en psicología tiene un significado muy distinto al popular. Un castigo es un procedimiento dentro del condicionamiento operante encaminado a reducir hasta eliminar una determinada conducta. Alude al efecto que tiene sobre la respuesta y no al estímulo en sí mismo. Es decir, un castigo no tiene por qué implicar la presencia de un estímulo aversivo.
Como apunta María Xesús, existe una moralidad mal entendida en torno al término castigo… pero si quieres saber más sobre este tema, te recomendamos, sin duda, escuchar este podcast.
Cómo se utilizan los castigos en terapia
En terapia ambulatoria, el castigo se emite de forma verbal y sería aquella verbalización que reduce la probabilidad de que se de cierta conducta del cliente. En terapia, la presentación de estimulación aversiva puede aplicarse no sólo de forma operante, ante una conducta del cliente, sino también realizando emparejamientos entre la conducta que queremos reducir y consecuencias aversivas asociadas a ellas. Dominar estos procedimientos y aplicarlos de forma voluntaria y con un objetivo en sesión, nos convierte en terapeutas más eficaces.
María Xesús nos explica también las características que debe tener el “castigo” y las condiciones en que debe aplicarse para que sea eficaz. Por ejemplo, debemos separar la emisión del castigo de la frustración de la persona que lo emite.; un castigo debe administrarse desde la calma y asegurarnos de que la persona pueda emitir el comportamiento adecuado que le librará del castigo la siguiente vez que se encuentre en esa misma situación.
Problemas de la aplicación del castigo
El principal problema del castigo es que enseña lo que no hay que hacer, pero no lo que hay que hacer. Por ello, la mejor manera de aplicar un castigo es especificar el comportamiento adecuado y si además éste es reforzado, se incrementaría mucho su potencia. María Xesús nos cuenta algunos interesantes ejemplos de aplicación de procedimiento coercitivos en combinación de procedimientos de refuerzo.
Otra de las controversias del castigo como estrategia para generar cambios, son los efectos emocionales de éste en la persona que lo recibe: La frustración, la resistencia a la incertidumbre, el aceptar que no todo puede ser como queremos o en el momento que queremos, son un aprendizaje necesario que debe darse desde pequeño. Como explica María Xesús, es importante enseñar desde pequeños que la tristeza y las emociones negativas forman parte de la vida y aceptarlas y normalizarlas ayuda a una correcta adaptación. Hay una diferencia entre hacer cosas por estar bien y querer sentirse bien, lo cual es un objetivo loable y deseable, y querer mirar todo desde un prisma idealizado o pretender que todo nos sea siempre favorable. La consecuencia de esta segunda “filosofía” es un problema de intolerancia a la frustración, al malestar y a los acontecimientos negativos, que también forman parte natural de la vida.
Como ya apuntábamos antes, conocer la forma en la que los psicólogos podemos ser más eficaces a través de nuestra conducta verbal nos convierte en más potentes promotores del cambio de nuestros clientes/pacientes.
Desde ITEMA os animamos a escuchar esta estupenda entrevista de nuestra compañera María Xesús Froxán con Olga Ayuso, siempre fantástica en sus entrevistas.
PODCAST-Las perras de Pavlov: EL CASTIGO – María Xesús Froxán